Culpa y responsabilidad

Yo no tengo la culpa… ellos si

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Es común echar la culpa a otros por todos nuestros problemas, desde que la humanidad existe hemos querido evitar hacernos responsables de nosotros mismos, frases como: “mi vida es así porque (el gobierno, mis padres, mi pareja, mis amigos, mis hijos, Dios, la vida, etc.) no me dan (la ayuda, el amor, la comprensión, el apoyo, etc.) que necesito para ser feliz”, ¿qué sucede cuando esta actitud se convierte en un patrón de vida? Exploraremos cómo el hábito de culpar a los demás puede obstaculizar la capacidad para asumir la responsabilidad de la felicidad y el desarrollo emocional individual.

¿Por qué culpamos a los demás?

Culpar a los demás puede ser una forma de evadir la responsabilidad y el dolor emocional. Es más fácil culpar a otros por nuestros problemas que enfrentar nuestras propias fallas y tomar medidas para cambiar.

El costo de culpar a los demás. Culpar a los demás puede tener un costo emocional y mental. Nos impide asumir nuestra responsabilidad y nos mantiene atrapados en un ciclo de negatividad y resentimiento. Además, nos impide crecer y desarrollarnos.

No se puede generalizar, sin embargo, muchas veces nuestra visión de la vida (creencias, juicios, miedos o percepciones), es la que construimos en la infancia y nos quedamos el resto de la vida con ella. Esa visión infantil, en donde se autopercibe como “víctima” puede servir en la niñez e incluso en la adolescencia, pero ahora que usted es adulto/a ¿cuál es la justificación para seguir responsabilizando al mundo de sus pesares?, reflexione, puede que incluso aquellos que le provocaron “un daño” ya estén muertos y aun resienta eso.

Una planta en un macetero está condenada a vivir en el lugar y situación en donde la dejaron, pero ud. y yo tenemos la posibilidad y responsabilidad de movernos emocionalmente si el lugar o situación en donde nos encontramos no nos favorece. ¿Ud. solo/a no puede? no hay problema, el solo hecho de tomar riendas de su salud emocional y desear cambiar, lo hará buscar a personas que lo puedan ayudar, de la misma forma en que busca a un experto cuando su automóvil, lavadora, computador, etc. tienen algún desperfecto. Pasar del pensamiento a la acción (por más pequeña que sea) lo hará encontrarse con otras opciones y opotunidades de cambio.

planta en maceta
Una planta en un macetero está condenada a vivir en el lugar y situación en donde la dejaron

Rompiendo el ciclo de la culpa

Vivir culpando al resto es una opción (voluntaria o no) de vida. Sin embargo, es solo una opción. Esto quiere decir que existen más opciones de enfrentar la vida. Si a ud. ya no le acomoda seguir culpando al mundo y desea cambiar de mirada, una buena opción es “asumir mi porcentaje de responsabilidad en X situación”. ¿Qué tanto soy responsable en esto que me sucede o sucedió? ¿Qué está en mis manos poder cambiar para lograr mis objetivos?.

Aquí les comparto 3 sugerencias para salir del “modo víctima”:

  1. Reconoce tu papel: Asumir tu responsabilidad significa reconocer tu papel en una situación y estar dispuesto a aceptar las consecuencias de tus acciones.
  2. Deja de ser víctima: Dejar de culpar a los demás significa dejar de ser víctima de tus circunstancias. Acepta que eres el único responsable de tu felicidad y desarrollo emocional.
  3. Perdonar: Perdonar a los demás y a ti mismo es clave para romper el ciclo de la culpa. El perdón te libera de la carga emocional y te permite seguir adelante. Sin embargo, el perdón se manifiesta en el corazón como consecuencia de nuestra propia sananción, no se puede forzar ni fingir, “cuando la herida sana deja de doler”.

Responsabilizarte de tu felicidad

  1. Cultiva la gratitud: En lugar de enfocarte en lo que te falta, enfócate en lo que tienes. La gratitud te ayuda a apreciar lo que tienes y a ser más feliz.
  2. Acepta tus emociones: Aprende a aceptar tus emociones, tanto las positivas como las negativas. Negar tus emociones solo te hace sentir más infeliz.
  3. Busca apoyo: No tienes que hacerlo todo solo. Busca apoyo en amigos, familiares o profesionales si lo necesitas.

El camino de responsabilizarnos de nuestros actos y, por ende de nuestra vida, es complejo y muchas veces doloroso. Sin embargo, este es un camino que todos debemos recorrer, y la vida nos llevará una y otra vez por este sendero hasta que comprendamos el motivo de transitarlo. Deja de culpar a los demás y empieza a ser el protagonista de tu vida.

Referencias

  1. Smith, J. (2020). The Blame Game: Understanding the Psychology of Blaming Others. Journal of Behavioral Psychology, 25(3), 112-130. Enlace
  2. García, M. (2019). Taking Ownership of Your Happiness. Journal of Emotional Wellbeing, 12(4), 75-89. Enlace

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