síndrome de colon irritable

Síndrome de colon irritable y la ansiedad

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El síndrome de colon irritable (SCI) es un trastorno funcional intestinal muy frecuente, caracterizado por dolor abdominal y alteraciones en el tránsito intestinal, en ausencia de anormalidades estructurales o bioquímicas que lo expliquen (Vinaccia et al., 2009). Afecta aproximadamente entre el 10% y el 20% de la población, y es dos o tres veces más común en mujeres que en hombres (Piqueras et al., 2009).

Desde la psicología, se ha estudiado ampliamente la comorbilidad entre los trastornos de ansiedad y el SCI. Los datos de numerosos estudios indican que los individuos con síntomas gastrointestinales presentan mayor prevalencia de trastornos psíquicos que quienes están libres de estos síntomas (García-Vega, 2003, citado en Piqueras et al., 2009). Específicamente, hasta el 70% de los pacientes con SCI cumplen criterios para algún trastorno psiquiátrico, siendo los de ansiedad y los depresivos los más frecuentes (Fernández-Abascal et al., 2003, citado en Piqueras et al., 2009).

Síndrome de colon irritable y su relación con la ansiedad

Se han propuesto varias explicaciones para esta asociación entre ansiedad y SCI:

  • Los trastornos de ansiedad preceden al desarrollo del síndrome de colon irritable. Es decir, la ansiedad estaría implicada causalmente en la aparición posterior del síndrome. Así, un estudio encontró que en un notable porcentaje de pacientes, los trastornos de ansiedad ya se encontraban presentes antes de la aparición de los síntomas gastrointestinales (Piqueras et al., 2009).
  • El SCI con sus molestias abdominales crónicas genera secundariamente cuadros de ansiedad en los pacientes. Es decir, la relación temporal sería inversa: primero aparece el SCI y luego se desencadenan los problemas de ansiedad (Piqueras et al., 2009).
  • Existe una predisposición multifactorial subyacente que hace a algunas personas vulnerables tanto a padecer trastornos de ansiedad como SCI. En esta línea, algunos autores señalan que aspectos como rasgos de personalidad neuróticos o historia de adversidades psicosociales podrían estar implicados (Juárez, Cano & Olarte, 2004, citado en Piqueras et al., 2009).

Más allá del sentido de la relación temporal, se han propuesto varios mecanismos que podrían explicar la asociación entre ambos problemas de salud:

  • La ansiedad como rasgo de personalidad incrementa la somatización y percepción catastrófica de las sensaciones corporales. Esto podría llevar a interpretar como anómalas ciertas molestias abdominales banales y perpetuar el problema (Piqueras et al., 2009).
  • La ansiedad produce cambios en la motilidad intestinal que podrían desencadenar o exacerbar un SCI previo (Piqueras et al., 2009).
  • El estrés y la ansiedad activan el eje hipotálamo-pituitario-adrenal, lo que tiene efectos inmunomoduladores que podrían estar implicados en la patogenia del SCI en individuos vulnerables (Piqueras et al., 2009).

Desde la psicología se ha estudiado ampliamente la estrecha relación entre la ansiedad y el síndrome de colon irritable. Aunque no están claros completamente los mecanismos subyacentes, la elevada comorbilidad entre ambos problemas de salud está firmemente establecida. Tener en cuenta los factores emocionales en el abordaje de los pacientes con síndrome de colon irritable parece fundamental para un manejo integral y efectivo de este síndrome.

Aquí algunos consejos prácticos para controlar la ansiedad y recomendaciones para personas con SCI:

Consejos para controlar la ansiedad:

  • Practicar técnicas de respiración profunda y diafragmática. Ayuda a reducir la activación fisiológica.
  • Realizar ejercicio físico de forma regular. Libera endorfinas y reduce la tensión muscular.
  • Practicar mindfulness y meditación. Permite centrarse en el momento presente y reducir pensamientos anticipatorios.
  • Establecer rutinas y horarios regulares para comer, dormir y realizar actividades. Da seguridad y control.
  • Evitar el consumo excesivo de cafeína y otros estimulantes. Pueden incrementar la activación.
  • Limitar el tiempo dedicado a pensar en preocupaciones. Escoger momentos puntuales del día para ello.
  • Buscar apoyo social y desahogarse con personas de confianza. Ayuda a relativizar.
  • Realizar terapia cognitivo-conductual. Aporta estrategias para modificar pensamientos y conductas ansiosas.

Recomendaciones para personas con SCI:

  • Seguir las recomendaciones dietéticas del médico, evitando alimentos que empeoren los síntomas.
  • Realizar ejercicio físico suave como caminatas, natación o yoga. Ayuda con el tránsito intestinal.
  • Evitar el estrés y buscar apoyo emocional. El estrés puede exacerbar los síntomas.
  • Utilizar técnicas de relajación como respiración profunda, imaginería guiada o meditación.
  • Tomar los medicamentos según las indicaciones médicas. Alivian los síntomas gastrointestinales.
  • Acudir regularmente a las consultas de seguimiento. Permite monitorizar la evolución.
  • Llevar un diario de síntomas para identificar desencadenantes y patrones.
  • Unirse a grupos de apoyo de pacientes con SCI. Ayuda a compartir experiencias.

Referencias

  • Fernández-Abascal, E.G., Martín, M.D. y Domínguez, F.J. (2003). Guía de tratamientos psicológicos eficaces en los trastornos cardiovasculares. En M. Pérez, J.R. Fernández, C. Fernández e I. Amigo (Eds.), Guía de tratamientos psicológicos eficaces, II. Psicología de la salud (pp. 93-121). Madrid: Pirámide.
  • García-Vega, E. (2003). Guía de tratamientos psicológicos eficaces en la enfermedad inflamatoria intestinal. En M. Pérez, J.R. Fernández, C. Fernández e I. Amigo (Eds.), Guía de tratamientos psicológicos eficaces, II. Psicología de la salud (pp. 188-197). Madrid: Pirámide. http://hdl.handle.net/10651/55898
  • Juárez, F., Cano, M.A. y Olarte, M. (2004). Factores psicológicos asociados a síntomas dispépticos. Psicología y Salud, 14(1), 43-55. https://psicologiaysalud.uv.mx/index.php/psicysalud/article/view/865
  • Piqueras, J.A., Ramos, V., Martínez, A.E. y Oblitas, L.A. (2009). Emociones negativas y su impacto en la salud mental y física. Suma Psicológica, 16(2), 85-112.
  • Vinaccia, S., Contreras, F., Bedoya, M.C., Carrillo, L.M., Cuartas, M.J., López, N. y Cano, E.J. (2009). Conducta anormal de enfermedad en pacientes con enfermedades gastrointestinales. Psicología y Salud, 14(1), 31-41.

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